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29 noviembre 2006

Dardos: Fácil victoria




Tras nuestra jornada de descanso de la semana pasada llegó la segunda vuelta. El equipo, Frank Tavern, era a priori un rival cómodo, fácil, que no debía entrañar peligro. No nos confudimos en las predicciones; con una sonrisa siempre, el rival encajó una derrota más que justificada con un gran juego de equipo, del que 3/4 de lo Quinto últimamente despliega en bares de Hortaleza. Ganamos, adivínenlo, 2-7, de nuevo; si es que cuando se coge cariño a un número es difícil despegarse de él.

Luis Alejandro y Álvaro fueron los encargados de empezar la partida. Jugaron muy duro, y muy serio. Tiraron con clase los dardos, y eso ve vio reflejado en el 0-1, que nos daba el primer punto a nosotros. Tras ellos, Miguel David y yo nos encargamos de intentar ampliar la ventaja, algo que en las dos últimas partidas tuvimos que remontar; Miguel, sobrio de nervios logró cerrar la partida, tras una partida desastrosa por parte mía; 0-2, y se relajaba el ambiente. Álvaro, junto conmigo de nuevo, jugamos la tercera ronda; se acerca Álvaro y conjura al poder oculto de los dardos otro "joga bonito". No funcionó el conjuro, por mi parte, aunque mejoré bastante respecto a la primera partida; por la suya fue impecable. De nuevo el rival cayó con facilidad: 0-3.

La cuarta ronda llevaba a Luis Alejandro y a Miguel David como abanderados. Ambos jugaron de nuevo de forma excelente, con grandes centros, y aunque se resistió un poco el cierre, lo graron el objetivo de ampliar el marcador, que ya se colocaba en 0-4 a nuestro favor. Miguel, esta vez con Álvaro de pareja, se mostró inflexible en la quinta ronda, la que nos podía dar la victoria segura; jugó como hay que hacerlo, sin vacilar y con puntería exquisita. Álvaro también estuvo puntuando fuerte. Al final, la victoria ya era nuestra; 0-5, y sin despeinarnos demasiado. En la ronda seis jugamos Luis Alejandro y yo, con ganas de emular a nuestros compañeros; y no fallamos, cerrando yo la partida, una demostración de que hasta los que juegan mal también ayudan a la victoria. Jugamos bien y cerramos sin demasiadas complicaciones. 0-6, y nuestros amigos de Frank Taverns alucinaban.

La siguiente ronda la jugaron Alberto y Miguel; yo fui, después de casi un año físico de no hacerlo, el que acabó sustituido, tras mi irregular partida. Una prueba más de que el equipo juega fuerte, y todos, a un gran nivel. El rival nos jugó una mala pasada, se aprovechó, con buenas tiradas, de nuestros sucesivos errores, y se endosaron con justicia el 1-6, en una prueba de orgullo. La penúltima partida se jugó con Álvaro y Luis Alejandro, encargados de asegurar el mágico número 7 en el marcador; y no fallaron. Maese Máximo, que parece ha recobrado el olfato, jugó, y cerró una muy buena partida, dejando huellas de clase; 1-7, y una mosca rondaba nuestras orejas. De la última partida poco y menos hay que contar, pues estuvo falta de brillo, a pesar de buenas tiradas; el rival se hizo con el último punto, el cual, sinceramente, se merecieron. Resultado final, 2-7, y hermanamiento de aficiones y equipos; batallitas por parte nuestra, buen rollo por parte de ellos y todo mezclado con un muy buen ambiente. Así da gusto jugar a los dardos.


Y ahora las jugosas notas que tanto gustan y ponen a más de uno que yo me sé, en riguroso orden de aparición, por supuesto:

- Luis Alejandro: jugó a un nivel superior al de otras partidas. Esta vez sí entraron las dianas, y algún que otro triple, que está por determinar si se tiró a conciencia o no. Fue regular y valiente con sus decisiones; tuvo templaza y una categoría que pone muy difícil el juego al rival. A pesar de eso, las dos últimas partidas que jugó lo hizo a un punto inferior, haciendo brotar los fantasmas de la irregularidad. Resumen general, bastante bueno, gran impresión. Mi nota: 8.

- Álvaro: llevaba una racha baja; para Álvaro una racha baja son 20 de media, y ayer se redimió de nuevo, cuajando una sensacional partida, con calidad y como hay que jugarlo. Cerró tres partidas y fue decisivo; de nuevo gana el "most value". Ninguna pega esta vez a su juego. Mi nota: 10 y MVP.

- Miguel David: con cabeza fría y mano firme cerró dos partidas, haciendo un gran porcentaje de dianas. Dio gusto verle jugar en la partida junto con Álvaro. Alguna vez la mala suerte le jugó una mala pasada, pero lejos de venirse abajo se creció sobre la adversidad. Muy competitivo en las partidas, y dando mucha moral en los momentos bajos, que eso también hace un equipo. Mi nota: 9.

- Yo: lástima la primera partida, pues sobró sobremanera. Sin estar nervioso, quizá desconcentrado, marqué un mal registro; quizá esa media se me atragantó en las siguientes partidas, y aunque fui mejorando en juego, llegando a cerrar una ronda, no fue suficiente para acabar sustituido. Me sentí incómodo, estuve desconcentrado ante la presión que muchas veces me autoimpongo, y lo pagué con el banquillo. Aún así sigo confiando en mis posibilidades; otro día jugaré mejor. Mi nota: 7.

- Alberto: partió desde el banquillo, salió por mí. No tuvo demasiado tiempo de meterse en la partida, a pesar de haberla vivido con intensidad desde el primer momento, pues junto con Miguel es parte de la maquinaria de moral del equipo. Sus dos partidas las jugó de forma irregular, sin llegar a fraguar un punto de concentración óptimo para su juego. Esperemos la siguiente semana verle a pleno rendimiento. Mi nota: 6.


Y esto es todo amiguitos. La próxima partida, en el Sahara, en casa; Francis, Jero, Pocholo, el Guille y compañía, junto con nuestra hinchada incondicional, incluyendo escapadas casuales del compañero Hugo, auparán a nuestro equipo ante un contrincante, Totems3, a priori fuerte, y candidato a colarse en plazas de arriba. Seré yo el banquillo, una oportunidad dorada para quitarme tensión de enmedio y disfrutar del juego de mis compañeros, pues, creo hemos demostrado, no tenemos gente indispensable en el equipo; todos somos importantes.

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