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14 noviembre 2006

Telebasura, sírvase su propio tifus





Con ardores en el estómago asisto al despliegue mediático en la tercera fase de la Operación Malaya, con Maite Zaldívar como estrella protagonista. Telecinco, aladid de la telebasura, no tarda en mover a sus grandes profesionales para organizar una cobertura informativa sin precedentes; Salsa Rosa prepara el especial, Ana Rosa Quintana se frota las manos, En Gran Hermano harán la prueba semanal llamada "Corrómpete y vive de los cubatas"... todos los cerdos acuden al dulce aroma de la bellota que cae al suelo.

¿Cómo es posible que se hable más de la ex-mujer de un ex-alcalde, corrupto, grosero, y de dudable reputación estilística, que de la pobreza en el mundo? ¿Por qué el Gobierno no ha puesto el candado al vertedero amarillo? ¿Por qué cada vez que enciendo la tele y me encuentro a esta rubia de bote me entran arcadas? Y lo peor de todo, ¿cuánto tiempo estirarán los telemorbosos esta noticia? Si ya dieron calor con Isabel Pantoja, la Carmina, el Pocero, el cuñao de un torero proseneta,... Mucho me temo que el tema irá para largo.

Hoy en día la oferta de la caja tonta es más monótona que tres horas de homilía. Cambias Telecinco, que en mi moral está vetado (os salva la F-1, ¡pendejos!), y te encuentras con más morralla pestilente, con más cloacas anegadas. Lo único que se puede salvar en esta televisión española son algunos espacios de La 2 y la Sexta; son distintos, proponen lo que se supone este mundo debe proponer, diversión, no cebo para tiburones con rulos y vida triste. Los programas son temáticos, no tétricos, y al menos no dedican dos horas de programa en sacar chismes e insultos fáciles.

Por cierto, ¿qué pasó con el horario infantil? Da asco encender la tele por la tarde y ver la cantidad de depravación que se escupe por las ondas: locas insultándose entre sí, programas de sucesos sangrientos y mugrientos, payasetes de sonrisa fácil proponiendo indagar acerca de un desconocido que ni me va ni me viene, magazines que comentan la vestimenta que se puso la infanta mientras iba a merendarse un bocadillo,... Un niño no necesita una banda de farfulleros empalagosos, necesita dibujos animados (a ser posible que haya más personas que hectolitros de sangre y vísceras), series adecuadas a su edad, programas suaves, flexibles, que se les queden guardados en el recuerdo, como a nosotros. Seguiremos esperando.

Otra cosa. Ahora es la moda de llevar famosetes del tres al cuarto a un plató, sentarlos en un taquígrafo, o máquina de la verdad, y preguntarles auténticas payasadas. Se sacan los resultados, y la cuadrilla del infierno, encabezada por Jesús Mariñas, o mejor dicho Migrañiñas (las que me produce el verle), preparan un carrusel de insultos, morbo y argumentos menos sólidos que la rodilla de Ronaldo. Entre los invitados estrella, la exnovia de un concursante de Gran hermano; a este paso veo al hombre que me atiende en el estanco del barrio.

Y cómo no, no podemos hablar de telebasura y no empotrarnos contra concursos casposos, de todo tipo de temática: Gran Hermano, Operación Triunfo, Patinaje sobre hielo, El Bus, La Granja, Hotel Glamour, Bar Gonzalo, La Isla de los borrachos, El prostíbulo, La casa de tu vida,... Lo mejor, la calaña que participa en ellos, más aún que los presentadores, que en vez de periodistas parecen prosenetas de la mala educación. Son gente de la calle, con afán de fama fácil, y con muy pocos escrúpulos. Señores productores de este tipo de "entretenimiento": si quieren juntar a gente para concursar, metan a su señora suegra, al perro, a todos sus sobrinos, al amigo del carajillo de las doce, a cuatro parroquianos del bar que frecuenta de noche, y a su amante; les pone un par de cámaras y 100 días dentro de una casa. Lo graban todo y se lo enseñan a las visitas cuando vayan a cenar a casa. Al resto déjenos descansar por favor.


Creo que por hoy me he desahogado bastante. Lo siento por si algún lector del blog se siente mal con mis comentarios, pero o los expresaba o la tele corría riesgo de ser empotrada contra cualquier pared de mi casa. A los demás, no os resignéis; leed libros, salid a pasear o a coger setas, compraos un puzzle, pero por favor, no contribuyáis en esta secta de televisión, morbosa y oscura.

Un saludo a todos!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón del mundo. ¿Para cuando una televisión en la que solo den partidos de fútbol y en los descansos pongan minipelis porno?
Por una televisión de calidad!!!

No, en serio, aunque yo vería más la televisión en este caso, la programación actual da mucho asco. Por suerte, algunos pasamos menos tiempo mirando la caja tonta gracias a ella y dedicamos el tiempo a cosas más fructiferas como leer este blog XD.