AUMENTA LA LETRA DEL BLOG PULSANDO LAS TECLAS "Ctrl" y "+" (O Ctrl y rueda del raton)

10 septiembre 2010

Parpadeos - 38 (Cena de despedida)




La noche que nos invitó a cenar ninguno de los doce se lo esperaba, sinceramente: hablando con Dios era el mejor, pero en cuanto a dinero se trataba, no tenía una maldita moneda. Nos reunió entorno a una mesa repleta de platos con quesos, legumbres, rodajas de carne de ternero, langostas, arenques; jarras de vino y cuencos de leche; bandejas con dulces de miel, higos maduros y sésamo; cestas repletas de panes de trigo y de cebada, crujientes, dorados, calientes. Como es normal, le preguntamos de dónde narices había sacado todos aquellos manjares: había mucha comida y él no tenía ni para comprarse unas sandalias nuevas. Se encogió de hombros y, partiendo el pan, nos lo pasó al tiempo que respondía: “Dinero, dinero. Total, para una noche que me queda”.

1 comentario:

Marta dijo...

Ésto más que un relato parece un chistecillo.
Besitos pablo.