AUMENTA LA LETRA DEL BLOG PULSANDO LAS TECLAS "Ctrl" y "+" (O Ctrl y rueda del raton)

02 septiembre 2010

Parpadeos - 37 (Dame un minuto)




―¿Tienes un minuto, Alfredo?
―Tengo un coche abollado, cerveza en la nevera, panchitos y un par de latas de atún; tengo sueño, una soberbia erección y dolor de estómago; tengo un trabajo de pacotilla, un jefe que salió del vómito de un sapo y un compañero de trabajo que me recuerda a Chicho Terremoto; tengo carácter, una sonrisa llena de caries, detergente barato, música de ascensor en el ordenador, un váter más o menos adecentado. Tengo todo eso, y mucho más, pero tiempo no.
―Ya.
―¿Qué es lo que quieres de mí? Al grano, que me estoy cagando.
―Eso mismo, un minuto.
―¿Me tomas por gilipollas?
―No.
―¿Entonces?
―Un minuto. ¿Lo tienes?
―Dime lo que tengas que decirme. Tienes un minuto.
―Dámelo entonces.
―Claudia, no me jodas, que me duele el culo de tanto apretarlo. Cuéntame tu problema, y que sea rápido.
―No tengo ningún problema ni nada que contarte. Solo te pedí un minuto.
―Ya entiendo: quieres sacarme de quicio.
―No voy a repetirte lo que quiero.
―Pero vamos a ver. ¿Qué coño es lo que quieres? ¿Un minuto? Todos los que quieras de mí; si quieres te doy el reloj por si no te fías. Un minuto, el coche y el divorcio, si es preciso. ¡Pero aclárame eso del minuto, coño! El minuto que pides no sé qué es si no es una forma de pedirme que te preste atención. Será que me estoy cagando y no capto la ironía, la broma o lo que pollas sea.
―Ya veo. Siempre pensando en tus intereses. Te pido un minuto y mira cómo te pones.
―¿Que cómo me pongo? No me jodas, Claudia. ¿Qué es lo que quieres?
―Un minuto.
―Toma este papel y haz que es un minuto.
―Sabes que esto no es un minuto. Pero déjalo, da igual. Llevo años conociéndote, y nunca has tenido tiempo para mí. Caga en paz.

No hay comentarios: