AUMENTA LA LETRA DEL BLOG PULSANDO LAS TECLAS "Ctrl" y "+" (O Ctrl y rueda del raton)

27 marzo 2010

Parpadeos - 16 (La forja adúltera)




Avanzó hacia la fragua, dejando tras de sí el sonido hueco y calcinado de su bastón. Se dejó envenenar por las habladurías, y decidió comprobarlo con sus propios ojos. Una vez llegó hasta el horno de la herrería, apoyó la muleta en una mesa de cobre y dejó arrastrar con suavidad su pierna inerte. Asomó la cabeza: los rumores eran ciertos. Sobre la paja que cubría espadas forjadas por él, su esposa se fundía con otro cuerpo de fuego y rizos. Se abrazaban dejando tras de sí una estela de hierro fundido. Sus cuerpos martilleaban el metal salvaje con caderas de plomo, y enfriaban al infierno con agua de sus entrañas. Su esposa acariciaba el yunque, y el yunque aguantaba el peso del martillo con astillas de fuego. El marido, cojo y gélido, negó. Luego, tiró de una cuerda. Los amantes quedaron atrapados por una fina e indestructible red de plata. Él se encargaría de templar acero.

2 comentarios:

white dijo...

wau, pablo, me dejas con la boca abierta

white dijo...

wau, pablo, me dejas con la boca abierta