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31 mayo 2006

Dardos: Totems 2 se hacen fuertes en casa



Miércoles 24 de mayo, tiempo apacible y un equipo, afición incondicional incluida, dispuesto a dar el campanazo, ante un equipo a priori muy superior: Totems 2. En su haber un equipo solido con buenos jugadores; en su contra, un rival (nosotros) pegajoso, de moral fuerte y de gran sonrisa. El planteamiento era claro. De los tres partidos que nos quedan, ésa era nuestra primera gran final para alcanzar el meritorio sitio en la Casa de Campo (para los de mente turbia recalco que allí se celebra el campeonato nacional de dardos, modalidad "Cricket"). Entramos en el bar con moral, con confianza y con mucho entusiasmo, queríamos ante todo volver a dar la impresión de equipo unido y espiritual que partidas anteriores demostramos, con choques violentos de manos fuese el resultado que fuese.


En la táctica opté (ya que era suplente decidí ser el manager-entrenador-utillero-animadora del equipo) por sacar de partida nuestro máximo potencial actual: la pareja Miguel - Álvaro era más que necesaria, pues ambos están jugando de manera solida y segura. Dicho y hecho, ganamos la primera partida; 1-0 en nuestro marcador, aunque costó materializarlo. luego llegó el empate 1-1, un regalo que les hicimos tras la partida gris de Luis - Alberto, con medias más bien malas.
De nuevo 2-1, con la pareja Álvaro-Luis dando cera a los locales. Todo parecía ir según lo previsto, pero 3/4 de lo Quinto volvió a pecar de desconcentración y exceso de confianza, aunque esta vez, y hay que reconocerlo, el equipo estuvo animado y arropado en todo momento; no queríamos ápice alguno de tensión y estress. Si a ello añadimos la partida final de Totems 2, el resultado acabó siendo 5-2. Mi cambio por Alberto fue meramente anecdótico, pues poco o nada pude hacer en la partida.

Al final buen partida ante los más que presumibles líderes del grupo, que lucharon con categoría y tranquilidad, ante un rival que no les hizo cómoda la partida, pues ante todo tenemos garra y coraje para no dejarnos avasallar, he dicho.

Y cómo no, momento de evaluar con notas a los integrantes del equipo:


Álvaro: muy bien al principio. Sobre todo remarcar la partida que jugó con Luis Alejandro, sin dejarme atrás la primera. No pudo luchar su tercera partida, pues el rival directamente nos pisoteó. Estuvo seguro en todo momento, y supo comandar bien al equipo, justificando de paso porqué aspira a estar en lo más alto de la clasificación del grupo. Mi nota: 8.

Alberto: juego de luces y sombras desplegadas por nuestor melenudo compañero. Capaza de grandes y penosas tiradas. Quizá jugó algo más concentrado en la partida, pero sigue sin definir del todo bien de manera regular. Mi nota: 5.

Miguel David: seguridad y agresividad. Dos cualidades que este jugador tuvo en todo momento de la partida. Poco a poco Miguel vuelve a brillar y a aportar su maestría en el equipo. Su único fallo fue el desconcentrarse en la última partida de la noche (aunque fue enfermedad del todo el equipo); aún así para mí fue el MVP de la noche. Mi nota: 8.

Luis Alejandro: tras su primera partida, desastrosa, Luis enfocó la situación de manera correcta, dando un recital de juego junto con Álvaro en la siguiente partida. Con Miguel de pareja, en el sexto juego, no tuvo oportunidad de jugar, pues fueron arrollados por el rival. Muy polarizado, en todo momento Luis salió a ganar. Mi nota: 6.

Pablo (yo mismo): jugué de suplente, lo que a priori me podía haber ayudado para estudiar al rival. Fue estudiado, y tácticamente tuvimos buenos momentos, pero en la partida que jugué, clave por cierto, en 7 rondas no pude jugar de manera competiva junto a Álvaro. fuimos arrasados por la pareja contraria, que justificaron de sobra su calidad. Sin tiempo para brillar, la partida final la jugué desconcentrado y rabioso (un mal defecto mío). Mi nota: 3.


La próxima partida, mañana día 31, se juega en casa, en El Sahara. Nuestro rival, Ruymis (o Ruynas para los amigos); eso significa que viviremos una noche de derby, de alta tensión, donde ante todo, como siempre ha sido, debemos dejar las lágrimas en el circo romano. Aún hay posibilidades de llegar al Campeonato; en nuestras manos están.


18 mayo 2006

La comunidad del Choped - Primera Parte





"Se buscan aventureros; abtenerse soñadores, alcohólicos y demás engendros frenopáticos".


Así rezaba el cartel que había en la puerta de la taberna "La ballena ninfómana", un antro de despropóstos lascivos. El edificio no invitaba al descanso, ni mucho menos a beber; las ratas daban la bienvenida a los forasteros en la puerta, habiendo conseguido su propia reputación en aquel chamizo.

Una nube de mierda abofeteó el rostro de Lord Ucados Tan´caros, un paladín venido a menos desde que decidió un día concentrarse en las magdalenas sabor melón; eran tan adictivas que se pasaba las horas muertas mascando aquella masa viscosa y amarga, dejando a un lado su entrenamiento religioso y militar. Aún conservaba en su cinturon una bolsa con un par de monedas de plata, las cuales estaban destinadas a perderse tras las paredes de aquella taberna.

- Hola guapo, ¿fumas? - ladró cacofónicamente una vieja perfumada y maquillada desde la esquina, mientras sostenía en su mano un habano.
- No señora, no suelo fornicar con espantapájaros - respondió el paladín, mientras abría la puerta de entrada.

El ambiente dentro de la taberna mezclaba sentimientos de todo tipo: asco, odio, ira, psicopatía,... En un rincón del salón un par de marineros echaban un pulso ante la mirada de varias damas disfrazadas de floreros; en la barra un borracho disputaba con una rata por acaparar la jarra de cerveza; al fondo el sonido chirriante de un organillo, cabra incluída; y todo ello bañado con una atmosfera cargada de humo, proveniente de la silla que un borracho había decidido quemar. Se había percatado que él daba el punto de elegancia en aquel ecosistema, hasta que descubrió que se había puesto los calzoncillos por encima de la armadura.

No tardó en percartarse de la inquisitiva mirada a la que era objeto desde otro de los rincones. Una persona de pelo castaño, barbudo, de comprensión fuerte, probablemente de mentalidad "para nada audaz", no había apartado la mirada de él desde que ingresó en el salón.

- ¿Se puede saber qué miras amigo? - reclamó Lord Ucados mientras se acercaba a aquel sujeto
- No soy tu amigo, amigo - respondió secamente el hombre
- Está bien amigo, no quiero problemas.
- Amigo, sientáte - dijo el desconocido cortésmente, mientras jugueteaba estúpidamente con un yoyo lila - Me llamo Josemhma, señor y rey del inexistente bosque del océano.
- Encantado, yo soy Lord Ucados tan'Caros, paladín del chóped.

Tras deliberar acerca de los ritos apareatorios de la garza curva de alas rizadas, echar una partida a las canicas y quitarle el bocata de nocilla a una joven rata ambos personajes acabaron forjando una gran amistad. Se reían a grandes carcajadas, y entre ambos surgió una extraña amistad: un montaraz y un paladín bebiendo del mismo puchero de K'hali (bebida exótica enana).

- Amigo Josemhma, no sabrás tu por un casual donde se puede preguntar por el anuncio de los aventureros, ¿no?
- ¿Eres un aventurero? Yo creía que llevabas la armadura para protegerte d ela plaga de los bokerones sangrientos,... me han dicho que este año vienen muy agresivos - respondió con inocencia el explorador
- Sí, soy aventurero - afirmó Lord Ucados mientras sacaba la licencia de Aventureros que regalaban por cada 20 cervezas bebidas.
- Está bien, te creo "amigo"; yo fui el que puso ese anuncio. El objetivo de la aventura es ...

De pronto una persona alta, de piel bronceada (más tendiendo a color candelabro viejo de iglesia), vestimenta blanca y liviana, pelo albino, ojos paranoicos, chanclas, y con una especie de anteojos negros en su pelo irrumpió frenéticamente en la taberna.

- ¡Sois todos la hostiaaaaaa! - gritó a la parroquia entre risas melódicas

Este personaje iba de mesa en mesa, dando besos en la calva y haciendo movimientos atrevidos con su cuerpo, tales como dar palmadas con los codos. En su espalda llevaba una especie de caja de música, que cada vez que la rozaba producía un ruido estridente, como si un epiléptico ciego y con fobia a las ratas hubiese entrado en la cocina de aquel antro. Con un chasquido violento de manos tras la nuca llegó hasta la mesa de Lord Ucados y Josemhma, quienes le miraban con estupor, sarcasmo, miedo, ira, desenfreno, y bastante poca empatía.

- ¡Tíosssss, sois lo mejoooooor! ¡Si vais algún día a Ibiza nos metemos un fiestooooon!
- Amigo, ¿cómo te llamas? - interrumpió Lord Ucados, mientras era manoseado discretamente por Josemhma bajo el mantel
- Tíoooo, yo, soy, Poch Koloooooo, y quiero mi puta mochilaaaaaaa
- Curioso nombre para un bardo - sentenció el guardabosques
- Pues sí tíoooo, llevo fiestón a todos sitioooooos
- Eh, si dejas de frotarte con mi arco te invito a sentarte - dijo odioso Josemhma mientras guardaba su arco

Y así fue como el bardo Poch Kolo y su caja de música entraron en el grupo de aventureros; "Tíos, yo os sigo a petarlos a todos, pero busco mi mochilaaaaaa" fue la frase con la que aceptó partir de aventuras con ellos dos. Ya los tres juntos empezaron a hablar de Ibiza, de sus dragones, de sus guerras con los minotauros germanos, y cómo no, de mochilas y cuáles eran más resistentes a la lava, a la sal, a las cervezas baratas,...

- ¡Hola! Qué majos parecéis, ¿sois aventureros? me encantan los aventureros, y también tus chanclas bardo - una especie de moco radiactivo articulado, con sonrisa profunda, barba generosa y gorro sugerente color violeta estelar les hablaba detrás suya. - Me llamo Trompetín Nabo Azul, ¿y vosotros?
- ¡Lárgate!, estamos hablando de temas para mayores, si necesitamos un bufón te llamaremos - inquirió Lord Ucados.
- Vosotros también parecéis buena gente chicos - respondió el gnomo de forma cordial - Por cierto, esta mesa de taberna no será vuestra, ¿no? - y mientras decía esto sacaba de su bolsillo la mesa en la que los tres aventureros estaban sentados alrededor.
- Tioooo, eres la poyaaaaa - abrazó efusivamente Poch Kolo a Trompetín Nabo Azul
- ¿Qué buscas amigo? - el paladín le lanzó una mirada furiosa de la muerte mortal
- ¿Yo? yo busco de todo, como estos calzones - eran de Josemhma - ¿Puedo acompañaros? Seguro que os váis de aventuras y me dejáis aquí tirados.
- ¡Un segundo! ¡Un segundo! Dónde está mi mochilaaaaaaaaa
- ¿No será ésta bardo? - dijo Trompetín mientras ponía sobre la mesa una carreta

Trompetín se ganó el cariño eterno de Poch Kolo, y un puesto en el grupo. Al cabo de media hora se unieron dos personajes más. Uno de ellos se llamaba Trukhin Martillo Infernal, un temible guerrero, amante de las torrijas y los discos de Leonardo Dantés (un trovador enemigo de Poch Kolo) .Tenía como mascota una ardilla lunaar de colmillos golosos, enfundada con la camiseta del Cordoba c.f. El otro, que apareció entre una cortina de humo olor a pescadería caducada, era mago, y se llamaba Aitor Menta, maestro del fuego y pirómano en los ratos libres; vestía una túnica roja a juego con sus sacos de pócimas, felizmente "encontrados" por Trompetín Nabo Azul.

Ahí, alrededor de una mesa, de una taberna cualquiera medio colonizada por ratas y prostitutas hartas de hidromiel, entre una nube de tabaco y fritanga, tres humanos, un semielfo, un enano y un gnomo debatían acaloradamente sobre la velocidad media que adopta un monopatín trifásico cuesta abajo en época de siembra.

- Señores, ésta, a continuación, será nuestra aventura. Debemos rescatar a mi prometida, mi bella flor, la druida de mis ojos: Jazmin Ensangrentado - dijo solemne Josemhma, interrupiendo el debate - Unos esbirros la secuestraron en el Bosque de Cheetos, pero no les pude dar caza; es que había visto un jabalí de cuello vuelto, y eso no se ve todos los días. El caso es que esos esbirros...
- ¿Y se sabe de qué color era el lomo del jabalí de cuello vuelto? - preguntó interesado Lord Ucados interrumpiendo
- Deja de decir estupideces, todos saben que los jabalíes de cuello vuelto son incoloros e inholoros - respondió con dureza Trukhin
- Creo que la estás cagandoooooo, los jabalíes de cuello vuelto sólo existen en Ibizaaaaa - Poch Kolo tenía los ojos en blanco
- ¿Y si cazamos uno de esos y lo quemamos? - Aitor Menta parecía ilusionado con la idea
- ¿Cazarlo? Si yo tengo uno en el bolsillo, que me encontré el otro día - sonrió el gnomo mientras era ovacionado por el resto de sus compañeros

Tras la ovación prosiguió el semielfo:
- ... Como os iba contando mi amada fue apresada por unos esbirros, que tras haber investigado en cines X, bares de caballeros, monasterios, lonjas y demás cuarteles pertenecen a la temible Secta del "Ojo que no ve". Nuestra misión: rescatar a mi amada y destruir a esos bastardos. La recompensa: todo lo que no implique favores sexuales con mi amada druida Jazmin Ensangrentado.

Y tras estas palabras el grupo asintió cómplicemente, firmando con un pacto de birra salvar a la amada de Josemhma; después rieron, cantaron el himno del atleti al revés, gozaron de varias prostitutas y no dejaron propina al tabernero.

- Tío, tío, un segundooooo, ¿cómo nos llamaremos? - preguntó Poch Kolo
- ¿Pandilla Trueno? - dijo Aitor Menta
- ¿Los encontradores? - Trompetín Nabo Azul
- ¿Lo que os salga de vuestras pútridas vísceras? - Trukhin, apoyado por Josemhma
- Mejor aún chicos, seremos la Comunidad del Choped - expresó con profundo orgullo el paladín.

Tras haber dicho varios nombres, éste último al menos ni era ofensivo ni quedaba ridículo, así que pasaron a llamarse "La Comunidad del Choped". Aquella tarde, en aquel antro de corrupción etílica, se forjó un destino, y todos brindaron con entusiasmo, y las ratas se invitaron a otra ronda, y posiblemente desde algún punto recóndito del mundo un dragón estaría eruptando.

12 mayo 2006

Dardos: Correctivo de Frank´s Tavern




Lo malo de las victorias es que cuando pierdes se hacen más duras; cuando parece que encadenas una serie de éxitos no quieres bajarte de ahí, y si lo haces sientes, como primer impulso instintivo, que has fracasado. Luego, cuando dejas pasar unas horas, te das cuenta que lo que te ha sucedido es que has vuelto a la realidad.

Ayer nos esperaba un partido muy atractivo para nuestras aspiraciones, contra el bar Frank´s Tavern. Es uno de los equipos del grupo que están arriba, y que han ido trazando una parábola ascendente a medida que transcurrían las jornadas. Además, contaban con el top gun del grupo, el tal Enrique (alias el "muñequitas",... ¡menudos giros de muñeca el tío!). 3/4 de lo Quinto se enfrentaba por tanto a un difícil, ambicioso, y cómo no, divertido reto. Sabíamos que ganarles habría sido nuestro lanzamiento de nuevo a los puestos de cabeca del grupo. Para ello, nos cargamos las pilas con ilusión y ganas, y en el caso de algunos con ciertas dosis de alcohol. La táctica labrada por Miguel tenía buena pinta, y los emparejamientos eran bastantes buenos, sólo faltaba ver los resultados.

Al final acabamos perdiendo 2-5, que a pesar de la diferencia de puntos, fue una partida muy intensa. Creo que jugamos desconcentrados, nerviosos, e incluso en mi caso, frustrados y/o cabreados con la mala suerte. Primero nos adelantamos nosotros, para ver cómo nos endosaban 3 partidas seguidas, siendo el marcador al final de la cuarta ronda en 3-1. Otra ronda ganada por ellos y se acababa la partida; pero de ahí surgió el tándem mágico Peragón-Master para forzar una nueva ronda. Con el 3-2 Lucho y yo teníamos la responsabilidad de hacer algo importante, y así llegar a la última ronda para desempatar; el tal Enrique, capitán y máximo artillero del equipo contrario, se sentó en su sofá de cuero, sacó un libro, e impuso cátedra, cerrando en la séptima ronda, y dejándonos a Luis y a mí con un mal sabor de boca. Dadas las circunstancias la última ronda fue un mero trámite, el cual no pudimos saldarlo a nuestro favor. Un apretón de manos con el rival y a la cena, que al menos ahí siempre seremos punteros.

Alberto: Se le notó mucha mejoría respecto a otras partidas; en su primera partida estuvo genial, me gustó su serenidad y templaza, vitales para que juegue bien. Sin embargo, junto con todos, cayó en el pozo de los nervios. Mi nota: 6

Álvaro: Tras el batacazo que se metió en el Vayven, llegando a chupar banquillo, se redimió. Jugó sus tres partidas de forma muy notable, con la puntería que le caracteriza. La lástima es que en la partida que jugó conmigo no estuve a su altura. Aun así va a subir media, pues en sus tres partidas acabó con buena media. Mi nota: 9.

Miguel David: Jugó la partida que tenía que jugar, como deben hacer los buenos zurdos. Ni yo ni Alberto le ayudamos en su progresión, cosa que Álvaro sí logró. Vuelve a ser ese Miguel eléctrico, jugador mortal junto con Álvaro. También tuvo muchas tiradas precipitadas y se le notaba en ciertos tramos nervioso. Mi nota: 7.

Luis Alejandro: Salió del banquillo por Alberto, y no pudo desplegar su potencial, pues la partida que jugó, que fue conmigo, fuimos vapuleados por el Enriquito ése. Me hubiese visto verle más partidas, pues tuvo bastante puntería. En la última partida, de los 4, fue el que más relajado vi tirar. Mi nota: 7.

Yo (Pablo): no es por ir de protagonista, ni de espabilado, pero ya que opino y puntuo a mis compañeros lo hago yo también a modo de crítica. Me vi muy incómodo en toda la partida; mi ogro, la mala suerte, desembocó en un festival de soryuken y enfados guturales, y eso fue mi perdición. Estuve muy gris, y no fui yo mismo. Las dos primeras partidas, para olvidar.Del equipo fui el más irregular, aunque tuve mis momentos de inspiración. Mi nota: 4.


La próxima partida, si no ando mal de memoria, es contra el "Ruynas II", otro equipo de la zona alta del grupo. Ésa va a ser una final para nosotros, pues si perdemos nos quedaremos casi sin opciones de entrar entre los tres primeros. Eso sí, ganemos o perdamos, tenemos un lema ensayado:

"Las lágrimas para el circo romano".


03 mayo 2006

Festividad de todos los domingueros



Éste, sin duda alguna, ha sido el tema más radiado en cualquier corrillo que se precie, ya sea en el ascensor de casa, en la charcutería, en la cola de Hacienda, incluso en los monasterios más austeros. ¡Y es que el tráfico nos interesa señores!

Todos comentan con orgullo las horas que estuvieron embotellados en la autopista con 40 grados a la sombra, como los veteranos de guerra enseñan sus cicatrices; "Pues yo me tiré 8 horas ayer", "¡Eso no es nada, yo estuve la mitad del día en la carretera!",... se intentan superar así mismos, intentando demostrar quién es el verdadero killer del asfalto, el king de la paciencia con gorra incluída.

Carne de cañón en todas las portadas informativas, los atascos han cogido más fama que los políticos y los futbolistas entre otros. "Grandes atascos en la operación salida", "Lío en la A-3", "Se calienta el asfalto"... los títulos realmente son propios del guionista de Terminator.

Pero los atascos no son tan infernales cómo muchos nos hacen ver; conoces gente, conoces emisoras de radio, prácticas tu cancionero, agrandas tu vegija, y lo mejor de todo, te inflas a comer porquerías. Con lo aburrido que es ir solo por la autopista, por que no compartir tu viaje con un millón de vehículos más.

Cada conductor es una especie totalmente diferente al resto, pero se pueden clasificar de la siguiente manera:

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Fittipaldis: son los más peligrosos. Tienen la extraña certeza que si van adelantando por derecha y por izquierda, acelerando y frenando bruscamente, llegarán antes que ninguno. Al cabo de media hora de ser adelantando por uno de estos es muy probable que te lo encuentres en la cuneta intercambiando tarjetas de presentación con la Guardia Civil.

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Domingueros de toda la vida: este genero de conductor es más precavido que un director de banco; para mi gusto son demasiados precavidos. No es raro verles frenar bruscamente a 1 km de distancia del coche que le precede; les gusta más el freno que a Pocholo su mochila, y gracias a ellos Michelín llega a final de mes. Ponen intermitentes hasta cuando toman las curvas, y no dudan en ir al rebufo de un trailer.

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Alegres atascadores: aunque para el resto de afectados produzcan de todo menos alegría, ellos son realmente felices en estas situaciones. Les gusta tomar el mando de la situación, llegando a poner tras su coche más de 30 coches en cola para adelantar un camión. Se ha demostrado que muchos de este tipo son cofadres de Semana Santa, y que hacen pasar un "calvario" a sus vecinos conductores. También son conocidos por parar en todas las gasolineras y áreas de descanso, cosa que es de agradecer por el resto de la comunidad. Sienten cierta irritación hacia los conductores Fittipaldis, que se cuelan delante de ellos. Se caracterizan por llevar el tubo de escape roto y los bajos del coche a ras de asfalto; en cuanto a sus ocupantes, suele ser una familia, abuela dormida incluida.

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Sufridores: resaltan por su excesivo uso de las ráfagas de luces largas o de carretera; también se les puede ver poniéndote a caldo o escupiendo por la ventanilla. Sus acompañantes sufren el mal del "culo inquieto", por lo que van con las piernas en el salpicadero, en la ventanilla, en el techo,... Realmente odian los atascos, y lo hacen visible en cuanto pueden. Tampoco hacen mucha miga con los Fittipaldis, cuando, qué curioso, acaban cayendo en sus mismos vicios. Cuando hay una buena parada, son los primeros en salir del coche y escudriñar en el horizonte buscando la causa del accidente.

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Los chaser: o en cristiano, "los perseguidores". Son gente aburrida, los típicos que hacen del televisor el templo del placer. Para ellos, los atascos son un verdadero coñazo; no se sienten motivados, y necesitan algo que les enganchen. Los chaser fijan un coche y le siguen durante todo el recorrido. Les da igual el perfil del conductor que le precede, pues harán exactamente las mismas maniobras que ellos. No se quejan por posibles pirulas, se limitan a poner cara de besugo y a sacar petróleo de las narices.


A grandes rasgos éstas son las principales clasificaciones. Pero un atasco no sería tal si no fuese por la estimable ayuda de camiones, autobuses, tractores, Guardia Civil y los vehículos especiales. Cada uno de ellos aportan su pequeño granito de arena en este estrambótico hábitat. Adoran adelantarse entre ellos, y si es cuesta arriba mucho mejor. Yo he llegado a pensar que tienen un club oculto de apuestas, donde cada miembro exhibe, a modo de récord, el número de vehículos que desesperan tras su estela a 40km/h. A pesar de ello, son carismáticos; por ejemplo, la Guardia Civil consigue, con su sola presencia, velocidades por debajo del límite, por si acaso. Es en ese momento cuando todos los tipos de conductores se vuelven sumisos, respetuosos, incluso agradables, cediendo distancias de seguridad, dejándose adelantar, y poniendo intermitentes.

En resumen, deberían las autoridades coronarnos a los pacientes conductores con un día festivo, a ser posible que haga puente con un fin de semana, pues en algunos casos los hay que pasan más tiempo en el coche atascado que en la playa tomando el sol.

¡Nos vemos en el Puente de San Isidro!